Recuerdo que una vez escuché a Toni de la Torre decir que Tim Riggins no era sólo un personaje de una serie, si no que iba mucho más allá, era un estado anímico y se podía resumir en una palabra: melancolía. Tanto si habéis visto la serie como si no lo habéis hecho os propongo que pongáis en práctica vuestra capacidad de insight escuchando esta playlist, ¿sentís esa sensación de tristeza y de falta de ganas de luchar por lo que queréis? Ese es Tim Riggins.

Muchos somos los que nos hemos perdido en Dillon en el corazón de Texas y hemos sucumbido a su retrato de la otra cara del sueño americano. Esta América está acomplejada, estancada y deprimida pero también es la América más real, la que se muestra sin ningún tapujo. Las emociones humanas están expuestas con total transparencia y detrás de todos los estereotipos iniciales acabamos viendo toda la bondad y los valores éticos que poseen sus habitantes.

Esta es precisamente la evolución que tiene el personaje de Tim Riggins, de entrada es el personaje más simple de la serie: Fullback del equipo de fútbol americano del instituto, con problemas de alcohol, poco disciplinado y mujeriego, pero todo esto queda en seguida diluido por el trasfondo emocional de este personaje, interpretado de manera magistral por Taylor Kitsch.

Tim es callado, taciturno y de semblante triste, nunca habla por miedo a expresar lo que siente, pero lo trasmite todo simplemente con una mirada. Se podría decir que Tim vive en una decepción constante, ya que todas las personas que le importan se acaban yendo de su vida.

La infancia de Tim no ha sido fácil, hijo de padre alcóholico y de madre ausente, criado por su hermano mayor, Billy, que aunque le quiere muchísimo no sabe ponerle ningún límite. Todas las personas tendemos a hacer identificaciones con diferentes miembros de nuestra familia, estas identificaciones suceden a nivel inconsciente. Es curioso como en el caso de Tim la identificación con la figura paterna sigue estando presente aún con la ausencia del padre. Tim parece repetir su historia de abuso de alcohol, aunque conforme se va conociendo al personaje se puede observar que esto va mucho más allá, ya que para Tim enfrentarse a su realidad en estado de sobriedad es demasiado doloroso.

Tim es un ser humano con un gran corazón pero tiende a empatizar tanto con el otro que esto a veces será causante de mucho dolor. Tiende a dar muchas oportunidades a las personas que le rodean, aunque eso signifique volver a repetir situaciones dolorosas. Esto se ve claramente ejemplificado cuando su padre vuelve a casa, pese a las advertencias de Billy, Tim confía de nuevo en sus palabras y al final acaba reviviendo el abandono de su padre cuando este decide irse de nuevo. Probablemente la ausencia de figura materna y paterna que apuntalen la personalidad de Tim es lo que provoca ese vacío y la sensación de que todo su interior va a desmoronarse. Todos los niños en su infancia necesitan este tipo de apuntalamiento emocional, aunque no tienen porque ser los padres si no alguien que cumpla con esta función. Eso justificaría el hecho de que Tim vuelva a recuperar la estabilidad emocional cuando aparece el Coach Taylor en su vida, ya que no sólo cumple con su función de entrenador si no que también le proporciona a Tim la contención que tanto necesita.

Tim es un personaje que vive en una constante dicotomía entre lo que le dicta su corazón y lo que realmente siente que tiene que hacer, pero la conclusión acaba siendo tan triste como el ambiente de la serie, él siempre sale perdiendo.

Quizá la pérdida más grande sea la de su propia libertad, cuando decide autoinculparse de un delito que ha cometido su hermano (que ahora está casado y tiene un hijo) y que le hará pasar unos meses en la cárcel. Cuando se le pregunta el por qué de esta decisión su respuesta es concisa: "I had the opportunity to change something, to give something to Stevie we never had. I gave him his father", con esto queda patente lo mucho que le ha afectado la ausencia de su padre.

Esta sensación de tristeza y de desánimo generalizado son muy característicos en Tim hasta el punto que parecería estar cumpliendo los criterios diagnósticos de un Trastorno Distímico de la personalidad.





Tim está anclado en Dillon sin ninguna perspectiva de evolución o cambio, pero tampoco es algo que él busque cambiar, su desánimo generalizado le impide luchar por salir de esa posición y para poder romper esa profecía autoincumplida, término que se usa para denominar aquel destino que se transmite inconscientemente en una familia generación tras generación y que, a veces, resulta prácticamente imposible cambiar. Cuando Tim tiene la oportunidad de ir a la universidad y poder labrarse un futuro decide dejarlo todo y volver a Dillon. Quizá ese sea uno de los muchos motivos por los que la gente recuerda a Tim Riggins por una frase que repite en muchas ocasiones y que, de hecho, es la última que pronuncia en la serie...